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lunes, 8 de junio de 2015

Emprendedor - Lo difícil de ser un Emprendedor en República Dominicana(I)


En la República Dominicana cada vez se hace más complicado que un joven emprendedor salga adelante. Ahora mismo existen muchos paradigmas en los directivos de muchas compañías que limitan el crecimiento y por ende el aprovechamiento de los jóvenes talentos que les entrega el sistema educativo.

La razón para esto se centra en la cultura de negocios que ha florecido en la mente de los empresarios dominicanos por mucho tiempo, y es el arraigo a las ideas de antaño sobre el crecimiento de las empresas lo que limita la adopción de nuevos elementos a sus organizaciones.

Esto se refleja cuando un estudiante es acogido como pasante en un lugar. Es común ver como la gran mayoría de las empresas ni siquiera cuentan con un programa para que el pasante desarrolle y termina convirtiéndose en una posición para cubrir las horas que se necesitan sin un aprovechamiento real.

Es más conveniente, desde un punto de vista de negocios, ver al pasante como un elemento que puede aportar al plan de negocios de la empresa. Pero que sucede cuando la empresa cambia su enfoque hacia este talento y lo forma en provecho de la misma organización.

Por ejemplo, una empresa en desarrollo que proyecte se proyecto a corto o mediano plazo desarrollar un departamento que coordine la logística de sus clientes como valor agregado para sus servicios. Lo ideal sería tomar al pasante y formarlo según las características que se estiman e inculcarle al mismo tiempo los valores de la empresa.

El resultado es que de entrada ya se dispone de un profesional para la posición (lo que ahorra tiempo y recursos en reclutamiento). También se tiene un talento que ha asimilado la cultura dela institución por lo que entiende el plan de negocios y enfocará el desarrollo de sus actividades a ese mismo enfoque que tiene la empresa.

Este es un punto muy importante a considerar cuando se tiene un estudiante pasante en una empresa, considérese que no es solo una oportunidad para el mismo sino que también es una gran oportunidad para la empresa.


Ojala esta práctica evolucione como lo ha hecho en otros países y a la larga veamos más integración del empresariado en la formación de los profesionales.

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