Y regresaba del colegio hacia su casa, vivía a pocas calles.
De repente, vio como las personas empezaban a correr y gritar. El miedo empezó a
llenarlo por dentro.
Caminó cada vez más rápido, mientras más y más personas se volvían
locas. Todos estaban desesperados, se estaba acabando el mundo tal vez.
Su corazón latía más rápido que nunca y sólo alcanzaba a ver
de frente, no podía mover sus ojos, su cuerpo no lo dejaba.
Poco a poco vislumbró su hogar, cada vez más cerca. Pero al
llegar a la puerta, el espejo que daba a
la entrada le dejó ver la causa del miedo y el terror. Nunca se habría imaginado
algo así, era el fin.
En el cielo, la más grande oscuridad. Era un objeto temible,
en efecto, nos estaban invadiendo. Tanto que lo pensó y pensó, pero nunca se imaginó
que pasaría…ya están aquí.
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